$ 10.000
Ediciones Jurídicas de Santiago
Coordinadora: Katherine Becerra Valdivia
ISBN: 9789569709043
1°Edición 2015
Formato:23,5×15 cm
148 Páginas
1 disponibles
El cómo aprendemos siempre ha sido un fenómeno que nos ha llamado la atención como seres humanos, porque se conecta con la necesidad de cada uno de nosotros de comprender lo que está pasando a nuestro alrededor y cómo lo hacemos parte de nosotros, confundiéndose el objeto de estudios con el proceso mismo.
Si bien es cierto, esto ocurre en todos los ámbitos de nuestras vidas, en el estudio del Derecho no se le ha dado la importancia necesaria para entender cuál es la labor que desarrollamos en la sala de clase y cómo somos capaces de contribuir al conocimiento disciplinar en nuestros estudiantes.
Para lograr que nuestros estudiantes sepan lo que tienen que saber, según los proyectos educativos declarados por las universidades, y los programas de estudio de las diversas disciplinas, es esencial reflexionar acerca de la práctica académica.
En este sentido no da igual la metodología que se use en la sala de clases, o en el trabajo personal del estudiante, es importante tener claridad en que hay maneras de hacer las cosas que colaboran a que nuestros estudiantes logren los resultados de aprendizajes declarados desde un punto de vista óptimo.
En este esquema no solo es importante el contenido disciplinar, es decir si estamos hablando de Derecho Civil, Constitucional, Penal, Procesal, Tributario, etc., sino que también hay que conjugarlo con la necesidad del profesor del manejo de ciertas técnicas pedagógicas educativas, así como con la utilización de la tecnología dentro de la sala de clases, que coadjyuna al proceso de enseñanza – aprendizaje.